"Peregrinos
con María y José”
María
y José peregrinan al Templo con Jesús en brazos de María. Jesús es la luz
plena.
En
la fiesta que llamamos de “La Candelaria”, el 2 de febrero, participamos en la
Eucaristía, iniciándola con una procesión con nuestros cirios encendidos,
acompañando a aquella dichosa y humilde Familia de Nazaret, la Sagrada Familia,
que se dirige al Templo, llevando en brazos al mismo “TEMPLO” que es “LUZ DE
LAS NACIONES”. ¡Candela en brazos de María! Luz radiante única y verdadera que
ilumina al mundo, ilumina la familia, ilumina el corazón de los hombres para
hacerlos Hijos de Dios en la luz y el agua del Espíritu Santo.
Candela
en nuestras manos, signo de la presencia esplendorosa del único y verdadero SOL
que purifica e ilumina nuestra vida y nuestro mundo.
Candela
en nuestras manos, que hace viva y radiante la palabra del llamado a formar
familias fortalecidas por Jesús, María y José, para ser seguidoras fieles y felices
del proyecto misionero del Redentor.
Candela
en nuestras manos, que limpia y purifica, fortalece, alivia y consuela; y nos
capacita para hacernos semejantes al hermano con quien debemos ser solidarios y
servirlo.
Candela
en nuestras manos, que despierta por la total consagración de Jesús a su Padre
celestial, la Vida Consagrada de muchos hombres y mujeres que serán “vida,
testimonio, anuncio y resplandor de la Buena Nueva” (Benedicto XVI). “¡Hombres
y mujeres que van más allá del horizonte mundano! ¡Hombres y mujeres,
religiosos, que deben permitir el crecimiento de la Iglesia por el camino de la
atracción! ¡Porque la Iglesia debe ser atractiva! ¡Hombres y mujeres religiosos
que deben Despiertar al mundo! (Papa Francisco).
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