DECALOGO DE LA FAMILIA
P. Carlos Hernández Talavera
Hoy tiene que extenderse nuestro abecedario hasta la exigencia de abarcar, también, la sociedad globalizada y de todos los tiempos; así nuestra reflexión se universaliza.
Entonces, acerca del hombre, hay que expresar nuestra concepción así:
Nos declaramos partidarios del hombre completo porque, alguien que es privado de su dimensión religiosa, no tiene sentido; como tampoco tendrá sentido el hombre que es ignorado en su valor como persona, para darle importancia al concepto de "masa".
Tampoco valoro al que ha sido reducido al estado de consumidor o productor. Ni, por consiguiente, al hombre "macho" que solo reconoce, a la mujer, el derecho de ser belleza física y "sepulcro blanqueado”, en nuestro tiempo. Ni de muchos otros por el estilo.
Por tanto, les invito a ser partidarios del hombre "completo". El que sale de las manos de Dios y acepta su misión: caminar la vida con sus hermanos.
Y, Ud., ¿de quién se considera partidario?
Pregunte y se le contará.
P. Carlos Hernández Talavera cahertal@yahoo.com.mx
HACIA EL ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS: MÉXICO 2009
LA FAMILIA,
ABIERTA A DIOS Y AL PRÓJIMO
De la catequesis quinta
El ser humano perfecciona, simplifica, facilita, embellece, da elegancia a sus actos y, con sus actos, a su entorno. Pero hay en lo esencial de sus actos, algo que debe dejarlo como Dios se lo ha entregado. Veamos sólo un acto: “masticar” los alimentos, por supuesto, a partir de que poseemos nuestra dentadura y mientras podemos usarla. ¡Qué agradable, delicioso! ¡Qué placer, masticar, saborear, disfrutar los alimentos sólidos para lo cual son necesarios nuestros dientes! Esto será un indicador de que estamos sanos y, por lo tanto, siempre debiéramos estar agradecidos con nuestro Dios. ¡Masticar! No hay otra forma que consideremos adulta y saludable, de hacer llegar los alimentos a nuestro organismo. Así nos ha hecho Dios. ¡¡¡Gracias, Señor!!!
Así nos ha hecho Dios. ¡¡¡Gracias, Padre!!!, llegó a decirlo su mismo Hijo, nuestro Redentor, de los que son sencillos y se les han revelado los misterios de re-ligación con el Creador. Pero a qué viene este ejemplito de “masticar”. Veamos: el hombre, en su despiste, en su descuido, en su pecado pretende alejarse, “ocultarse” de Dios, su Creador, su Padre. Y así, hasta negarlo, perseguirlo… ¡Señor! ¿Te entristece? ¿Te enoja? ¿Sonríes? ¡Eres rico en misericordia!
El hombre no puede seguir eternamente por ese camino. No es lo sano, lo sensato, lo natural. Dios no lo ha hecho así. Sí, le ha otorgado el don de la libertad. Más pronto o más tarde el hombre, añorando su primer origen sentirá deseos de “volver a su Padre”. Así nos lo revelan grandes figuras de la humanidad, San Pablo, San Agustín, beato Bartolo Longo, en fin, “el hijo pródigo”. “Ni el ateísmo, ni el agnosticismo, ni la indiferencia religiosa son situaciones naturales del hombre ni pueden tampoco ser situaciones definitivas para una sociedad.”
Esto significa que la familia cristiana, con gran entusiasmo y fe firme, debe continuar su hermosa misión de formar y acoger al hombre desde la concepción hasta su muerte natural. Formarlo en los hábitos y actitudes que dicen apertura a Dios Padre y al prójimo, dejándose guiar y fortalecer por el Espíritu Santo para cumplir el mandamiento de Jesús: “Ámense los unos a los otros, como yo los he amado” (San Juan 13, 34). Hábitos y actitudes que se van concretando en la vivencia de los sacramentos, cuya puerta es el bautismo y que pone nuestras pequeñas manos en las manos poderosas y tiernas de nuestro Padre Dios, y nuestros ojos ante su misericordiosa mirada. Y así, los padres cristianos siguen formando a sus hijos en la oración de acción de gracias cada día, cada alimento, cada mirada de Dios. Los acompañan en la grande y profunda oración de la Eucaristía dominical, en el sacramento de la reconciliación, en el respeto y la ayuda de los hermanos más necesitados, en el cumplimiento de todos sus deberes, hasta capacitarlos para formar la nueva sociedad en la que reine el amor, la justicia, la verdad, el respeto a la vida, la convivencia fraterna y la paz.
FUNDACION DE LA CONGREGACION
DEL SANTISIMO REDENTOR
9 de noviembre de 1732
Recordando algunas fechas:
1732: San Alfonso María de Liguori, funda la Congregación en Nápoles, Italia, el 9 de noviembre.
1908: Llegan a Veracruz, México, los primeros redentoristas el 8 de marzo.
1921: Se funda la casa de San Luis Potosí. Los redentoristas se establecen en Santiago.
1928: Se trasladan a Tomasa Estévez, en la capillita.
1962: Se inaugura la Iglesia grande, dedicada a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en Arista.
La iglesia es una. Pero como dice San Pablo, el Espíritu Santo otorga diversos dones. Están los apóstoles, los pastores, etc.
El CARISMA de la Congregación son las misiones, especialmente a la gente pobre y más abandonada. Hemos predicado misiones casi en todas las parroquias de San Luis.
En nuestra Iglesia también la pastoral redentorista es misionera, dando preferencia a la gente más abandonada, confesionario, enfermos, hermanos que llegan de muchos ranchos.
HOY. ¿Por qué los cristianos hoy prefieren pertenecer a las sectas? Los católicos somos muchos y nuestras iglesias son grandes. Pero no nos conocemos, ni nos ayudamos tanto. Se necesita la participación y convivencia en grupos más pequeños, como la Familia Redentorista, la Archicofradía de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, etc., necesitamos organizarnos mejor, animarnos unos a otros y ayudarnos.
Los LAICOS: Desde el Concilio Vaticano II los laicos han sido incorporados a la pastoral de la iglesia. Ojalá que todos los cristianos se den cuenta de estas sus obligaciones y asuman sus cargos, propios de ellos. Tenemos los misioneros laicos, que trabajan en las iglesias y en las misiones.
Estamos invitando a los que se sientan con este anhelo de formar parte de nuestros grupos de apostolado.
Redentorista es seguir a Cristo. Es vivir como Él, es dar la vida por la oveja extraviada, malherida. Y volverla gozosa al aprisco.
Hasta la próxima.
