JESUCRISTO AYER, HOY Y SIEMPRE
“Al
principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra
era Dios.” (Juan 1, 1)
Jesucristo,
Palabra encarnada; Dios encarnado, Dios con nosotros, que existe desde siempre y para siempre; por
quien todo tiene su existencia y sin Él nada existe. Dios eterno entra en el
tiempo, en el que señala en inicio y el final, el aquí y el ahora. En Él
tenemos inicio y final; aquí y ahora; con Él tenemos ETERNIDAD; por Él seremos
para siempre, en su Reino.
Su
Reino no tendrá fin; su Reino es eterno; su Reino es Amor, Justicia, Verdad,
Libertad, Pureza, Belleza, Bondad, Felicidad, Gloria…
Nuestra
vida, sin Él, es soledad, pereza, oscuridad, pobreza, egoísmo, individualismo,
vacío, maldad, dolor, angustia, muerte…
Necesitamos
que venga su Reino a nuestra vida, que reine en nuestra vida, en nuestro mundo.
Necesitamos ser transformados en obreros de su Reino, perseverar con alegría y
esperanza entre sus viñadores, entregar los frutos que Él espera maduros y
dulces a su tiempo.
Debemos
saber compartir con nuestro HERMANO hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo
o encarcelado, el Reino Eterno de Amor, Justicia, Verdad, Libertad, Pureza,
Belleza, Bondad, Felicidad, Gloria… … …
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