Cuéntanos Gerardo:
”CON
MARIA, GOZO Y ALEGRIA”
Reina del cielo, alégrate, aleluya. Y llena
de alegría celestial nuestros corazones y nuestras almas, los corazones y las
almas de los niños, de los padres y los abuelos. De las madres y las abuelas en
este “mes de 10 de mayo”; de las familias de todo el mundo.
Porque el Señor, a quien mereciste llevar, aleluya.
Y darle carne y sangre inmaculados para el sacrificio del Viernes Santo. Cuerpo
y Sangre para la Eucaristía Salvadora. Y darle vida al que es la Vida.
Resucitó según su palabra, aleluya. Palabra
que tú escuchas desde siempre y palpita en tu corazón y en tus purísimas
entrañas. Palabra que ofreces viva a nuestras manos manchadas y violentas.
Palabra que como eco dulce y tierno del Padre celestial en tus labios, nos
mandas escuchar: “Hagan lo que Él les diga”. Resucitó según su palabra y, según
tu firme esperanza y fe fuerte.
Ruega al Señor por nosotros, aleluya.
Ruega por nosotros, dulce Madre nuestra. Pues, confiamos plenamente en tus
maternales ruegos. Eres Madre nuestra del Perpetuo Socorro. Dios te escucha
atento y misericordioso; y nos permite ver y vivir los frutos de tus súplicas.
“Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.”
Goza y alégrate Virgen María, aleluya. Que “tu alma proclame la grandeza del
Señor”. “Que se alegre tu espíritu en Dios, salvador; porque ha mirado la
humillación de su esclava y de su Hijo en el Calvario. Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por
ti. Y en Jesús: por mí y por todos los hombres. Porque su nombre es santo, y su
misericordia llega a sus fieles de generación en generación.”
¡¡¡Porque el Señor
resucitó
verdaderamente,
aleluya, aleluya!!!