¡Qué mes más hermoso! Éste de diciembre:
Para muchos termina el año, para otros, la humanidad en este 2012; para
los fieles cristianos comienza el recorrido a los pasos de Jesús Maestro, por
los caminos de este mundo que cada uno seguirá desde su propia identidad:
padre, madre, hijo, hija; predicadores, maestros, médicos, abogados,
gobernantes…, pero al lado del Maestro –como los discípulos camino a Jerusalén-
escuhándolo, aprendiendo de Él en el caminar.
Inicia el nuevo ciclo “A” este domingo primero de adviento, tres domingos
más, acompañados de María, la humilde Nazarena, Mujer fuerte, Reina celestial,
Madre del Redentor. Inmaculada Concepción para toda la Iglesia, también morena
en el Tepeyac, entre rosales para el mexicano, latinoamericano y filipino.
Navidad, ¡Que gozo! El Hijo de Dios nos trae luz, sonrisas, ternura; nos
pide compasión, siente frío en este mundo, necesita el calor de la caridad en
nuestros corazones. Nos invita a caminar con Él un año más de nuestra vida. Nos
invita a conocerlo y conocernos, amarlo y amarnos verdaderamente. Nos anima a
ver hacia el cielo con fe. El cielo se ha rasgado, está abaierto nos dice.
Miren a mi Padre, todo lo creado, Él lo ha hecho; todo lo que ustedes son, de
Él lo han recibido. ¿Gracias? ¡GRACIA!. Como a mí me ama, los ama a ustedes.
Llámenlo Padre, sólo a Él.
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