28.2.11

LITURGIA Y FECHAS IMPORTANTES

MARZO 2011

NOVENA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Primera semana del salterio

6  IX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (verde).
7 LUNES. SANTA PERPETUA Y FELICIDAD, mártires, Memoria (rojo).

SE INTERRUMPE EL TIEMPO ORDINARIO
TIEMPO DE CUARESMA

                                                                       
Cuarta semana del salterio
Comienza a utilizarse el volumen II de la Liturgia de las Horas.

9  MIÉRCOLES DE CENIZA, Feria (morado).
  Ayuno y abstinencia


PRIMERA SEMANA DE CUARESMA
Primera semana del salterio

13   I DOMINGO DE CUARESMA

19 SÁBADO. SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA VIRGEN MARÍA, Solemnidad (blanco).

SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA
Segunda semana del salterio

Misa vespertina del II Domingo de Cuaresma (morado).

20 II DOMINGO DE CUARESMA (morado).

23 MIÉRCOLES DE LA II SEMANA DE CUARESMA, Feria (morado).

CSsR San Alfonso es proclamado Doctor de la Iglesia.  1871

25 VIERNES. LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR, Solemnidad (blanco).

TERCERA SEMANA DE CUARESMA
Tercera semana del salterio

27 III DOMINGO DE CUARESMA (morado).


MIÉRCOLES DE CENIZA
  Ayuno y abstinencia

Cuaresma, un camino de conversión.
La Cuaresma es un tiempo de preparación a la celebración pascual.
Los católicos estamos convocados, personalmente y comunitariamente, a renovarnos.
Nos ponemos en camino hacia la Pascua.
El camino pasa por la conversión, la renuncia y la humildad.
El signo austero de la ceniza nos recuerda que el Evangelio es nuestra creencia.
La ceniza expresa la fragilidad, lo perecedero, la debilidad radical del ser humano, nuestro pecado y maldad.
Las lecturas nos invitan a la conversión a recorrer día a día el camino que lleva a la Pascua.

Cuéntanos Gerardo:




El 9 de marzo inicia la cuaresma y el cielo desciende a puertas abiertas a la tierra para permitir ver la cruz del crucificado y al mismo Cristo brazos abiertos y clavados, con el fin de abrir los corazones de los cristianos ante los ojos compasivos del Padre y del Hijo y, para la humanidad; y recibir su dolor, su lucha, su queja, su gemido, sus lágrimas y penitencia; su esperanza, su fe, su arrepentimiento, su conversión y reconciliación.

La ceniza es el signo claro y profundo de reconocerse polvo débil y mortal con germen de cruz y de redención,  de agua y de Espíritu Santo, de amor y de vida eterna.

La Cruz brillante desde el cielo ilumina el doloroso caminar de los cristianos por la tierra, cada uno con su cruz al hombro para no adormilarse en las caídas, para entender en el mismo lenguaje del cansancio y la esperanza a los hermanos, para entonar con el Redentor la alegre canción del amor y la victoria, para escucuchar del Hijo la amorosa voz del Padre que te dice: "Traigan en seguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado" (Lc. 15, 22-24