25.1.10

Cuéntanos Gerardín


Cuéntanos Gerardo:

Es verdaderamente grande la alegría de saber que el hombre, inclinado al pecado porque ha roto desde el inicio el proyecto del Creador, pretendiendo erróneamente ser independiente, autosuficiente en su caminar por la vida; Dios, en su infinita misericordia no lo abandona, sino que repetidamente viene en búsqueda del hombre para llamarlo con ternura a la conversión, ofreciéndole el abrazo del perdón, de la fiesta y de la vida. “Si Dios no saliese permanentemente en su búsqueda, al hombre no le quedaría más que asistir finalmente a su propia perdición; porque sin la misericordia constante, el hombre fallaría el camino; se frustraría.” (Antonio María Rouco Varela, Arzobispo de Madrid, España)


Dios misericordioso, muy lejos de obstaculizar el desarrollo integral del hombre, es quien lo ofrece, quien lo propone con un amor entrañable. Es quien se empeña con suma delicadeza para que el hombre, debilitado y ciego pueda alcanzar el verdadero anhelo de pleno desarrollo que en su corazón ha escrito Dios y en Jesús se lo revela.


Nuevamente escucharemos la invitación de Dios en la voz de su enviado, nuestro Hermano: “Arrepiéntete y cree en el Evangelio”; para que nosotros, abriendo nuestro corazón y nuestra vida a esa llamada demos nuestra más sabia y alegre respuesta: “Jesús el centro de nuestra vida”


Asistamos pues con alegría y esperanza a este llamado de Jesús a la conversión,

el 17 de febrero,


MIÉRCOLES DE CENIZA




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