24.1.09

LITURGIA Y FECHAS IMPORTANTES

FEBRERO 2009



1 † IV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

2 LUNES. FIESTA: LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR (Si asistes a misa, lleva tus velitas)

“Jornada Mundial de la Vida Consagrada”

5 JUEVES. FIESTA: San Felipe de Jesús Mártir

8 † V DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

14 SÁBADO. FIESTA: San Cirilo, monje y San Metodio, obispo, patrones de Europa.

15 † VI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


22 † VII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

TIEMPO DE CUARESMA

Comienza a utilizarse el volumen II

de la Liturgia de las Horas

Cuarta semana del Salterio

25 MIÉRCOLES DE CENIZA

El Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo,

son días de ayuno y abstinencia.

Todos los viernes de Cuaresma son días de abstinencia de carne.


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El Episcopado Mexicano ha dispuesto que: "se puede suplir la abstinencia de carne, excepto la del Miércoles de Ceniza y Viernes Santo, por:

a) la abstinencia de aquellos alimentos que para cada uno significa especial agrado, sea por la materia o por el modo de preparación;

b) o por una especial obra de caridad;

c) o por una especial obra de piedad;

d) o por otro significativo sacrificio voluntario"


Sujeto de la ley del ayuno y la abstinencia:

- Abstinencia de carne: todos los que han cumplido 14 años. La ancianidad, por sí sola, no exime de esta ley de abstinencia.

- Ayuno: todos los que han cumplido 18 años, hasta el comienzo de los sesenta.


Lo más importante al hacer este tipo de prácticas es darle su sentido verdadero: por una parte someter la voluntad para fortalecerla con virtudes como la templanza, la sobriedad y la humildad y por otra, favorecer el ejercicio de la caridad, pues todos los sacrificios que se hacen deben apuntar a hacer un bien o un servicio al prójimo y a toda la Iglesia. Hacer sacrificios y penitencia por costumbre o porque todos lo hacen, no tiene sentido y no favorecen el crecimiento del hombre, que en conclusión es lo que se pretende.


La familia está en el corazón de Dios

Cuéntanos Gerardín:


El cielo está lleno de gloria y majestad, de dicha y felicdad, de alegría y bendición, de diálogo y amor celestiales entre el Padre y el Hijo, la Reina del cielo, los santos y los ángeles. Pleno de bienaventuranza... bienaventuranza; bienaventurado… Verdaderamente bienaventurados todos los que VIVEN en el cielo. Dios es la VIDA, la BIENAVENTURANZA, es quien invade en plenitud a cada uno de los que aquí gozamos el único AMOR que es DIOS.


Se contempla en su más plena belleza el universo en sus inmensas distancias, energías, materias, luz, melodías. Auténtica sinfonía de la más tierna belleza y ofrenda de amor al creador. Así el cielo celebra y se une a la tierra en este año 2009 “Año de la astronomía”. Que se prolongue hasta contemplar al Artista, al Autor. Al autor de la belleza y la armonía del universo.


Aunque sí se escuchan en el cielo, y se esparcen por el universo, los gemidos y el dolor de muchos que aún sufren en la tierra y que buscan el alivio en los recursos sólo terrestres. Es de gran esperanza ver a muchísima gente, entre ellos, los cristianos con Cristo a la cabeza que ofrecen con inmensa alegría adoración, alabanzas, la vida entera al Señor; y caminan rumbo al cielo.


En muchos lugares de la tierra se realizan actos hermosos de caridad, solidaridad, diálogo, reflexión… Recordemos el Encuentro Mundial de las Familias llevado a cabo recientemente en México, -tierra de Cristo Rey y Santa maría de Guadalupe- allí hubo lágrimas de alegría y de esperanza, verdadero encuentro de hermanos en diálogo y meditación. El dolor, el sufrimiento en el mundo empieza a encontrar alivio en la familia que descubre a Dios-amor-misericordia en su interior y le acoge, confía en Él y le es fiel.


Es bueno esturiar los discursos, homilías y mensajes y agregar a nuestra mente y nuestro corazón, siquiera alguna idea orientadora del Encuentro Mundial de las Familias con el tema "La familia formadora en los valores humanos y cristianos":


“La familia está en el corazón de Dios, Creador y Salvador. Trabajar por la familia es trabajar por el futuro digno y luminoso de la humanidad y por la edificación del Reino de Dios.”


“Realmente, los principales maestros de la humanidad son los mismos padres de familia que, sostenidos por la gracia divina, se esfuerzan por transmitir a sus hijos las virtudes de la fe en Cristo, la caridad operante y una gran esperanza, y "en este campo tienen incluso una competencia fundamental: son educadores por ser padres" (SS. BENEDICTO XVI)