4.11.07

Fundación de la C.Ss.R. en Scala. 1732.

Noviembre de 2007

1908 -8 de marzo- 2008

CIEN AÑOS

DE PRESENCIA MISIONERA REDENTORISTA EN MÉXICO

Noviembre de 2007

08 Jueves: g Marzo de 2008

09 Viernes: Dedicación de la Basílica de Letrán.

Fundación de la C.Ss.R. en Scala. 1732.

11 Domingo XXXII: del T. Ord. LH 4ª sem.

18 Domingo XXXIII: del T. Ord. LH 1ª sem.

21 Miércoles: Presentación de la Sma. Virgen María.

25 Domingo: Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo.

LH 2ª sem. Himnos propios.

28 Miércoles: San Alfonso hace el voto de permanecer en la Congregación aún cuando la abandonasen todos. 1732

30 Viernes: San Andrés Apóstol.


Diciembre de 2007

02 Domingo I de Adviento:

LH 1ª sem.

08 Sábado: Inmaculada Concepción de la Sma. Virgen María

Elevemos al Señor nuestra oración

por nuestros hermanos difuntos

y por sus familiares.

R. P. Jesús Sepúlveda Bárcenas

Torreón, Coah. 16 de octubre


Sra. María Elena Flores Vargas

Irapuato, Gto. 31 de octubre

Mamá de nuestra secretaria Lorena.


COMO MEJORAR LA ESTIMA

ENTRE LOS MIEMBROS DE TU FAMILIA

Dr. Aquilino Polaino

Diez ideas potentes para prote-ger tu familia de la rutina, el individualismo, la ruptura y las frustraciones.

(Ultima parte)

7- Estimular la autonomía personal

Uno se hace bueno a medida que va haciendo cosas buenas. Es importante que lo entiendan los hijos. Lo que se hace es importante: hacer cosas buenas nos hacer buenos a nosotros. Esta idea ayuda a tener autonomía personal, hacer las cosas por nosotros mismos, para mejorar nosotros.

8- Diseñar un proyecto personal

No irás muy lejos si no sabes donde quieres ir. Quedarte quieto no es factible, uno tiende a volver a quedarse atrás. Has de tener un proyecto personal para crecer, y atender y ayudar a discernir y potenciar los proyectos de los tuyos.

9- Tener un nivel de aspiraciones alto, pero realista

Hemos de jugar entre lo posible y lo deseable. Si aspiramos alto, nos valoraremos bien, tendremos autoestima. Pero, ¿es factible? Debemos conjugar un alto nivel de aspiraciones con la realidad de nuestras capacidades y recursos.

10-Elijamos buenos amigos y amigas

El individualismo es el cáncer del s.XXI. Nosotros y nuestros hijos estamos atados a máquinas gratificantes: el DVD, la TV, la videoconsola, Internet... El trabajo en solitario va minando la amistad verdadera. ¡Los amigos comprometen mucho y al individualista no le gustan los compromisos!

Sin embargo, necesitamos más que nunca amigos humanos, personas, grandes y buenos amigos, con los que compartir muchas horas, conversaciones sinceras y cercanas, amistades de verdad, que te apoyen y te conozcan auténticamente, que te acepten con tus fallos y potencien lo mejor en ti. Seleccionar amigos así para ti y para los tuyos es la mejor inversión.

Una familia que trata de seguir estos principios contribuye a mejorar la estima en sus hijos y la autoestima en ellos mismos. Hay finalmente tres ideas más a considerar:

Según Chesterton, lo natural tiende a lo sobrenatural mientras que lo que no se sobrenaturaliza se desnaturaliza. Es cierto. Hemos de entender que la autoestima, el amar y el amarse, es sobrenatural. ¿Has pensado en cómo te ama Dios, en lo grande, lo sobrenatural de Su amor por ti? Piénsalo. Eres muy especial para Él. Cuando vivas este amor, comunícalo a tus hijos.

Buena parte del sufrimiento inútil en el mundo se produce porque en algunas ocasiones en las que deberíamos dedicarnos a pensar, nos ponemos a sentir; y en ocasiones que son para sentir, nos ponemos a pensar. Evitemos este sufrimiento inútil: hay momentos para pensar y momentos para sentir.

Si luchas, puedes perder, pero si no luchas ya estás perdido. Si luchas por tu vida familiar, no estás perdido.

Artículo completo en: www.agea.org.es


Cuéntanos Gerardín:

Hoy les contaré precisamente:

NUESTRA HISTORIA

La Congregación del Santísimo Redentor fue la respuesta que san Alfonso dio a Jesús ante la llamada de los pobres. En 1730, Alfonso se encontraba agotado a causa del duro trabajo de las misiones. Los médicos le ordenaron tomar un período de descanso y que fuera allí donde pudiera respirar el aire puro de la montaña. Con algunos de sus compañeros se fue a Scala, en la costa amalfitana del sur de Nápoles. Allá, en la montaña, se encontraba el santuario de Santa María de los Montes, un lugar perfecto para descansar, un lugar perfecto para la contemplación, cerca de la Madre de Dios: alturas montañosas, belleza y, abajo, el mar.

Pero Scala significaba también pobreza. En las montañas vivían algunos pastores que le pidieron que les hablara del Evangelio, de la Palabra de Vida. Alfonso se maravilló del hambre que aquellas pobres gentes tenían de la Palabra de Dios y le vinieron a la mente las palabras del profeta: "Los niños pedían pan pero no había quien se lo diera" (Lam. 4.4). Su primer biógrafo cuenta que cuando Alfonso dejó Scala, parte de su corazón quedó con aquellos pastores y que lloró pensando en el modo de ayudarlos.

En Nápoles, después de largas plegarias y de consultas para lograr ayuda y discernimiento comprendió que debía volver a Scala. Ciertamente, también en Nápoles había pobreza pero otros muchos habrían podido ayudar a los pobres a huir de su marginación social mientras que, en Scala, los pobres se encontraban solos, no tenían a nadie que los ayudara estaban totalmente abandonados. En la época de san Alfonso, estos pastores y la población agrícola se encontraban entre los grupos más maltratados por la sociedad: "no se los consideraba hombres como los demás eran una desgracia de la naturaleza". Fue a causa del infortunio que acompañaba a estos pobres lo que hizo que san Alfonso optara por ponerse de su parte, compartir su vida y alimentarlos abundantemente con la Palabra de Dios.

El 9 de noviembre de 1732, en su querida Scala, san Alfonso de Liguori fundó la Congregación del Santísimo Redentor para seguir el ejemplo de Nuestro Salvador Jesucristo, anunciando la Buena Nueva a los pobres. Tenía entonces 36 años. Su vida se convirtió en una misión continua y en un servicio a los más abandonados. La Congregación fue aprobada por Benedicto XIV el 25 de febrero de 1749.


“DAR LA VIDA POR LA ABUNDANTE REDENCIÓN”

Los Misioneros redentoristas continúan el carisma de Alfonso en la Iglesia y en la sociedad. "Los redentoristas son apóstoles de fe robusta, de esperanza alegre, de ardiente caridad y celo encendido. No presumen de sí y practican la oración constante. Como hombres apostólicos e hijos genuinos de san Alfonso, siguen gozosamente a Cristo Salvador, participan de su misterio y lo anuncian con la sencillez evangélica de su vida y de su palabra, y por la abnegación de sí mismos se mantienen disponibles para todo lo arduo a fin de llevar a todos la redención copiosa de Cristo" (Constituciones redentoristas n. 20).


CURSO DE ESPIRITUALIDAD REDENTORISTA

Este curso se dio en dos semanas, una hora y media diaria de lunes a viernes. Presentamos el testimonio de Yolanda Fonseca:

Soy investigadora por naturaleza, voy hasta lo más profundo de las cosas y en esa búsqueda por saber cuál será la misión que debo cumplir para servir a Dios y a mis hermanos, me encontré de pronto asistiendo a las pláticas de Espiritualidad Redentorista en el Templo Santa Anita. Lo que a continuación comento ojalá le sirva de algo a alguien.

Esa necesidad de respuestas me ha tomado años hurgando, cuestionando a quienes dicen saberlo casi todo leyendo en diversas clases de libros, sintiendo en la mayoría de las veces en esas respuestas una información manipuladora.

Comencé mis clases de Espiritualidad, el tema me llamaba, tenía la intención de reencontrarme con mi verdadera esencia. Desde el inicio me conmovió hondamente, vivenciar a través de los cantos hermosos y de las exposiciones dinámicas e inteligentes del P. Redentorista José Guadalupe Torres G.; su carisma y sencillez, dedicada e intensa entrega al servicio, la actitud pastoral, su amor fraterno por todos. Así pude Comenzar a captar la imagen de Cristo Redentor y una presencia que animaba a descubrir y crecer en vocación en identificación con Cristo.

La intención del curso fue una llamada del Espíritu Santo a seguir a Cristo Redentor compartiendo la espiritualidad y misión de San Alfonso, quien en sus tiempos cambiara las formas de las misiones al llevar el amor hacia Cristo con características de amistad y de obediencia hacia los más desprovistos del evangelio, a los más desamparados.

San Alfonso María de Liguori en su actividad caritativa y trabajo misionero hacia los más necesitados nos enseña a corresponder en intenso amor a Dios con el amor al prójimo.

Se nos obsequió extenso material enriquecedor y sobre todo la Novena a San Alfonso en la que al concluirla junto con la primera semana, no podía menos que comenzar a amar la vida y misión de San Alfonso. Él amó mucho el pesebre, la cruz, la Eucaristía. Y su frase con la que se identifica sacramentalmente: " YA NO SOY YO EL QUE VIVE, ES CRISTO EL QUE VIVE EN MÍ"

Hoy, con los desafíos que afronta la humanidad, en los que pareciera debilitarse la fuerza del evangelizador, la Congregación Redentorista está consciente de la necesidad de cambios importantes que lleven a renovar la misión instituida por San Alfonso, y es aquí donde a los laicos comprometidos se hace el llamado a dejarse guiar por el Espíritu de Jesús resucitado en obediencia a la ley evangelizadora del amor.

Hasta este punto de las pláticas quiero decir que sí me fue dado hallar respuesta a algunas inquietudes mías. Encontré también durante las dos semanas una deleitable manera de contagiarnos alegría, amor al servicio con los ejemplos de los santos y beatos de la familia espiritual, claridad, coherencia, practicidad...curiosamente las mismas cualidades de San Alfonso.

Algo más me parece muy importante: hay en la particularidad del Santo Alfonso, libertad y crecimiento porque él motiva a obedecer la ley interior al Espíritu.

Con este curso se acrecentó mi fe, nació la responsabilidad a ser más consciente y ahí está latente el llamado a la misión desde la propia vocación.

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