10 Domingo I de cuaresma: L H 1ª sem.
17 Domingo II de cuaresma: L H 2ª sem.
22 Viernes: La cátedra de san Pedro Apóstol, Fiesta. B
24 Domingo III de cuaresma: L H 3ª sem.
25 Lunes: Aprobación del Instituto y de la Regla por el Papa Benedicto XIV. 1749
Marzo de 2008
2 Domingo IV de cuaresma: M o Rosa L H 4ª sem.
08 Sábado: 100 Años de Misión Redentorista en México.
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PROXIMAMENTE
UN ARTICULO
MUY INTERESANTE:
"Abecedario para la familia"
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HORARIO DE CONFESIONES
En todas las misas de todos los días, excepto el día lunes.
Sábado, en la misa de 8:00 a.m.
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C U A R E S M A
¿QUÉ ES LA CUARESMA? Llamamos Cuaresma al período de cuarenta días (cuadragésima) reservado a la preparación de la Pascua, y señalado por la última preparación de los catecúmenos que deberían recibir en ella el bautismo.
¿QUÉ OBLIGACIONES TIENE UN CATÓLICO EN CUARESMA? Hay que cumplir con el precepto del AYUNO y la ABSTINENCIA, así como con el de la CONFESIÓN y COMUNIÓN anual.
¿EN QUÉ CONSISTE EL AYUNO? El AYUNO consiste en hacer una sola comida al día, aunque se puede comer algo menos de lo acostumbrado por la mañana y la noche. No se debe comer nada entre los alimentos principales, salvo caso de enfermedad.
¿A QUIÉN OBLIGA EL AYUNO? Obliga vivir la ley del ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que tengan cumplido cincuenta y nueve años. (cfr. CIC, c. 1252).
¿QUÉ ES LA ABSTINENCIA? Se llama abstinencia a privarse de comer carne (roja o blanca y sus derivados).
¿A QUIÉN OBLIGA LA ABSTINENCIA? La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido catorce años. (cfr. CIC, c. 1252).
¿PUEDE CAMBIARSE LA PRÁCTICA DEL AYUNO Y LA ABSTINENCIA? "La Conferencia Episcopal de cada País puede determinar con más detalle el modo de observar el ayuno y la abstinencia, así como sustituirlos en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por obras de caridad y prácticas de piedad." (Código de Derecho Canónico, cánon 1253).
¿QUÉ ES LO QUE IMPORTA DE FONDO DEL AYUNO Y LA ABSTINECIA? Debe cuidarse el no vivir el ayuno o la abstinencia como unos mínimos, sino como una manera concreta con la que nuestra Santa Madre Iglesia nos ayuda a crecer en el verdadero espíritu de penitencia. www.ompvenezuela.com
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1908 -8 de marzo- 2008
CIEN AÑOS
DE PRESENCIA MISIONERA REDENTORISTA EN MÉXICO
Ahora recuerdo momentos de mi infancia. ¡Qué hermosos momentos cuando cerca de María, el Niño que traía en sus brazos bajaba conmigo a jugar! ¡Qué maravillosos días de mi infancia y juventud cuando comprendí que Jesús me escucha y me habla desde el sagrario! Deseo invitar a los papás, a los catequistas y a todos los que gusten, a unirse con los niños y niñas a rezar cerca del sagrario, en donde Jesús Eucaristía quiere escucharnos y hablarnos en esta cuaresma, para ayudarnos en nuestra conversión a una vida nueva.
TENEMOS VIDA NUEVA
Tenemos vida nueva: NIÑO: Cuando le decimos adiós a la mentira, cuando hablamos con la verdad a nuestros papás, hermanos, maestros y compañeros ya que todos somos amigos.
Tenemos vida nueva: NIÑA: Cuando no nos peleamos con los demás y no le damos al diablo oportunidad de que entre en nuestras vidas.
Tenemos vida nueva: NIÑO: Cuando el ladrón ya no roba, sino que se pone a trabajar honradamente.
Tenemos vida nueva: NIÑA: Cuando decimos cosas buenas que hacen sentir bien a todos los que nos escuchan.
Tenemos vida nueva: NIÑO: Cuando desaparece de nosotros toda clase de maldad como el rencor, la violencia, la agresividad y la indiferencia.
Tenemos vida nueva: NIÑA: Cuando nos ayudamos los unos con los otros y nos perdonamos mutuamente, como Dios nos ha perdonado por medio de Ti, Amigo Jesús.
Tenemos vida nueva: NIÑO: Cuando nos la llevamos muy chido con nuestra familia y nos queremos mucho.
Tenemos vida nueva: NIÑA: Cuando no somos cómplices de lo malo sino que somos testigos de la luz.
Tenemos vida nueva: NIÑO: Cuando hacemos lo que te gusta a Ti, Jesús, y no ayudamos en las cosas que pertenecen al reino del mal.
Tenemos vida nueva: NIÑA: Cuando no nos callamos en las injusticias y en las mentiras.
Tenemos vida nueva: NIÑO: Cuando tratamos de descubrir lo que quieres, lo que es tu voluntad.
Tenemos vida nueva: NIÑA: Cuando nos llenamos de tu Espíritu. Cuando cantamos y tocamos para Ti, Jesús, de todo corazón.
Tenemos vida nueva: NIÑO: Cuando a diario damos gracias a Dios por todas las cosas tan bonitas que nos das.
Tenemos vida nueva: NIÑA: Cuando los esposos se quieren mucho, como Tu, Amigo Jesús, amas a la Iglesia y te entregas por ella.
Tenemos vida nueva: NIÑO: Cuando nosotros los hijos obedecemos y queremos mucho a nuestros papás, y cuando nuestros papás nos aman, nos educan y enseñan como lo haría nuestro Padre del cielo.
Tenemos vida nueva: NIÑA: Cuando ayudamos de corazón a los más necesitados, especialmente a los pobres.
Tenemos vida nueva: NIÑO: Cuando como discípulos-amigos tuyos, trabajamos y luchamos por que el mundo crezca y se construya el bonito Reino del amor, que es el Reino de Dios.
Tenemos vida nueva: NIÑA: Cuando pensamos, vivimos, actuamos, sentimos y amamos como Tú, nuestro gran amigo de Nazaret.
(cf. Efesios capítulos 4, 5, 6)
BOLETIN DE PASTORAL - Revista Diocesana Mensual
San Juan de los Lagos, Jal. - Febrero de 2008 - Nº 307
CUARESMA 2008
El Santo Padre dice:
La Cuaresma nos ofrece una ocasión providencial para profundizar en el sentido y el valor de ser cristianos, y nos estimula a descubrir de nuevo la misericordia de Dios para que también nosotros lleguemos a ser más misericordiosos con nuestros hermanos.
Algunos compromisos específicos que nos acompañan concretamente en este proceso de renovación interior: son la oración, el ayuno y la limosna. Este año 2008, reflexionemos sobre la práctica de la limosna, que representa una manera concreta de ayudar a los necesitados y, al mismo tiempo, un ejercicio ascético para liberarse del apego a los bienes terrenales. “No podéis servir a Dios y al dinero” (Lc 16,13).
No somos propietarios de los bienes que poseemos, sino administradores: por tanto, no debemos considerarlos una propiedad exclusiva, sino medios a través de los cuales el Señor nos llama, a cada uno de nosotros, a ser un medio de su providencia hacia el prójimo.
“Si alguno que posee bienes del mundo, ve a su hermano que está necesitado y le cierra sus entrañas, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios?” (1Jn 3,17). Socorrer a los necesitados es un deber de justicia aun antes que un acto de caridad.
La limosna cristiana: tiene que ser en secreto. “Que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha”, dice Jesús, “así tu limosna quedará en secreto” (Mt 6,3-4).
Jesús nos enseña: “Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mt 5,16). Por tanto, hay que hacerlo todo para la gloria de Dios y no para la nuestra.
La limosna evangélica no es simple filantropía: es más bien una expresión concreta de la caridad, la virtud teologal que exige la conversión interior al amor de Dios y de los hermanos, a imitación de Jesucristo, que muriendo en la cruz se entregó a sí mismo por nosotros. ¿Cómo no dar gracias a Dios por tantas personas que en el silencio, lejos de los reflectores de la sociedad mediática, llevan a cabo con este espíritu acciones generosas de sostén al prójimo necesitado?
Siguiendo sus enseñanzas podemos aprender a hacer de nuestra vida un don total; imitándole conseguimos estar dispuestos a dar, no tanto algo de lo que poseemos, sino a darnos a nosotros mismos.